Todo. Ya nada era como antes y ya no había vuelta atrás. ¿Su máxima aspiración? Ya no era tan grande como antes. ¿Para qué? No servía de mucho, por no decir de nada. ¿Esforzarse?
Estaba cansada de hacerlo y casi nunca daba sus frutos. Intentaba
hacerlo bien y no cambiaba nada, no mejoraba ni un poco.
Había
cambiado tanto que ya ni reconocía su alrededor. Era como si hubiese
viajado a otro lugar, a otra era. Parecía que estuviese en la vida de
otra persona y que los de su alrededor no notasen ese cambio. Era normal para todos, a pesar de haber cambiado.
Y
se encontraba perdida dentro de un mundo al cual no pertenecía. Estaba
descolocada dentro de ese extraño lugar, viviendo con extrañas personas y
rodeada de un extraño ambiente. Todo era extraño, algo a lo que ella no estaba acostumbrada.
Tal
vez debiera volver a aspirar esas tan altas expectativas que antaño
había tenido en mente, tal vez debiera esforzarse otra vez. A lo
mejor solo había cambiado ella y lo demás seguía igual. A lo mejor
tenía que volver a pensar como antes y todo volvería a ser igual.
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