Y el cielo
se despejará. El sol brillará como nunca sobre un azulado y extenso universo. Los
pájaros volverán a cantar dulces y sonoras melodías. Los viandantes cerrarán
sus paraguas y caminarán sobre el asfalto con una sonrisa pegada en la cara,
haciendo como si nada hubiese ocurrido. Todo transcurrirá como siempre y nadie
se parará a pensar que, escasos minutos antes, ha habido una buena tormenta.
Pero
volverán a suceder las horas y el cielo volverá a nublarse. La multicolor
sonrisa del cielo desaparecerá y volverá a caer el agua traída del ancho mar.
Lloverá y cada uno reanudará su carrera sin preocuparse de nadie más, tan solo
mirando por sobrevivir y refugiarse. Comenzarán los gritos de nuevo, empezarán
las desconfianzas, el miedo. Se borrarán las sonrisas. Volverá a tronar.
Y después,
paulatinamente, se irá calmando todo. Las nubes partirán y asomará el astro
diurno. Volverá a salir el arcoíris y el cielo se despejará. El sol brillará
como nunca sobre un azulado y extenso universo. Los pájaros volverán a cantar
dulces y sonoras melodías. Los viandantes cerrarán sus paraguas y caminarán
sobre el asfalto con una sonrisa pegada en la cara, haciendo como si nada
hubiese ocurrido. Todo transcurrirá como siempre y nadie se parará a pensar en
que, escasos minutos antes, ha habido una buena tormenta.
Pero
volverán a suceder las horas y el cielo volverá a nublarse. La multicolor
sonrisa del cielo desaparecerá y volverá a caer el agua traída del ancho mar.
Lloverá y cada uno reanudará su carrera sin preocuparse de nadie más, tan sólo
mirando por sobrevivir y refugiarse. Comenzarán los gritos de nuevo, empezarán
las desconfianzas, el miedo. Se borrarán las sonrisas. Volverá a tronar.
Y después,
paulatinamente, se irá calmando todo. Las nubes partirán y asomará el astro diurno.
Volverá a salir el arcoíris...
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