¿Has vuelto?
Genial. Mas siquiera reconoces tus defectos y no ves, de una vez por todas, el
daño que causas con tus dotes de grandeza, inteligencia y vigor.
Je*. Cómo me
alegra que hayas vuelto. ¿No ves acaso mi iridiscente sonrisa? ¿No aprecias
alborozo en el tono de mis complacidas oraciones? ¿No sientes cómo mi
irradiante mirada transmite a la tuya regocijo y complicidad? ¿No? Qué extraño,
creía que estaba claro. No importa.
*Yo en su día escribí «gé» para darle un tono AÚN más burlesco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario