Hemos perdido el norte (¡de repente!); hemos naufragado en un mar de
incertidumbre e incomprensión; hemos ido directos a la locura. Se nos
han ahogado la felicidad y la magia y el amor y todo. ¡Todo! Aunque este
último no sé si había llegado a embarcar...
Ya no sabemos qué hacer, qué decir. Cada uno quiere nadar en una
dirección, pero ambos buscamos la luz, o eso nos repetimos
constantemente en nuestro interios...
Hemos perdido el este y las ganas de encontrarlo.
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