domingo, 6 de abril de 2014

«La primera vez que lo dijo tenía conciencia de que no era enteramente cierto, pero antes de irse a la cama ya lo creía» («El regreso del peregrino», de C. S. Lewis)

Suele pasar que, cuando uno se repite constantemente una cosa, por muy descabellada que sea, se la termina creyendo.

Quizá sea por animarse a uno mismo en momentos de flaqueza y desesperación. Me he repetido tantas veces que todo iba a ir bien, que al final todo ha ido bien.

Quizá sea por castigarse a uno mismo por algo que cree haber hecho mal. Me he repetido tantas veces que todo va mal, que al final todo va mal.

Quizá sea por conseguir una meta aceptable, una meta que puedas, o creas poder, alcanzar. Me he repetido tantas veces que eras tú, que al final fuiste tú.

Cuando uno se repite constantemente una cosa, por muy descabellada que sea, se la termina creyendo. Siempre pasa. Cuando uno se repite constantemente una cosa, por muy descabellada que sea, se la termina creyendo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario