viernes, 9 de mayo de 2014

Pájaro

Aquel pájaro gris no dejaba de mirarla con cara de pocos amigos. Caminaba ágilmente a su alrededor mientras soltaba un discurso que le parecía muy serio y convincente, pero que no entendía porque no conocía el idioma de las aves. Quizá esperaba que le diera de comer, quizá quería que le proporcionara un hogar, quizá ansiaba mimos y caricias por parte de la humana y quizá simplemente no le caían bien las pelirrojas. 

Pero ella estaba ahí, sentada sobre un banco de madera medio roto; con las piernas entrecruzadas, los codos sobre sus muslos y el móvil entre las manos. Se había acomodado en la parte izquierda del viejo e incómodo asiendo y había dejado su colorida mochila a su derecha. No estaba haciendo nada malo, no estaba molestando a la paloma como para que esta la odiarla. Solo estaba ahí, sentada sobre un banco de madera medio roto; con las piernas entrecruzadas, los codos sobre sus muslos y el móvil entre las manos; escribiendo acerca de un pájaro gris que no dejaba de mirarla con cara de pocos amigos y que caminaba ágilmente a su alrededor mientras soltaba un discurso que le parecía muy serio y convincente, pero que no entendía porque no conocía el idioma de las aves.

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