Podría escribir cómo bailaban
sus dedos sobre mis pantorrillas;
cómo caminaban dando trotes
por encima de mis dos rodillas;
y cómo arrastraban sendas palmas
de las manos por entre mis muslos.
Podría escribir cómo rozaba
mis poco pronunciadas caderas;
cómo me besaba en la cintura
para acabar llegando a mi ombligo;
y cómo iba acercando su boca
y recorría a besos mi esternón.
Podría incluso escribir cómo yo
inclinaba la cabeza hacia atrás;
cómo me mordía y respiraba
alrededor de mi ardiente cuello;
y cómo nos fundíamos los dos
en uno sólo... en un nosotros...
Podría escribir que aún lo hacemos,
que aún conservamos el deseo;
o escribir que no lo echo de menos,
que no me arrepiento de olvidarlo;
pero, si algo de eso fuera cierto,
no perdería el tiempo escribiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario