Rozo delicadamente la superficie humedecida de mi ardiente y
temblorosa piel y vuelvo a abrir la boca. Me gustaría poder gritar
tranquilamente, pero me ahogo. Me falta el aire. Sigo temblando y vuelvo
a cerrar los ojos.
Poco a poco se van empezando a
tocar mis labios, pero siguen sin juntarse del todo, como si estuvieran
enfadados. También tiemblan. Tiemblan casi tanto como el resto de mi
cuerpo, que tiembla casi tanto como mis manos.
Si no estuviera sola, probablemente habría alguien animándome e intentando convencerme de que todo es posible, de que la distancia no es para siempre, de que «ya verás cómo volveréis a estar juntos». Si no estuviera sola, probablemente ya le habría pegado un puñetazo en toda la cara por no decir más que tonterías. Y probablemente no.
Sigo temblando de arriba abajo. Tendida en mi cama y medio desnuda. Mirando hacia arriba. Contemplando un cielo imaginario en el que las nubes se parecen a nosotros buscándoles formas a las nubes.
Retiro al fin mis manos de mis mejillas, pero aún sigo llorando. Es imposible dejar de llorar si tan imposible me resulta dejar de pensar en ti. Me tumbo de lado y me encojo. No quiero vivir más. Sin ti. Pero necesito vivir más si quiero echarte de menos.
Si no estuviera sola, probablemente habría alguien animándome e intentando convencerme de que todo es posible, de que la distancia no es para siempre, de que «ya verás cómo volveréis a estar juntos». Si no estuviera sola, probablemente ya le habría pegado un puñetazo en toda la cara por no decir más que tonterías. Y probablemente no.
Sigo temblando de arriba abajo. Tendida en mi cama y medio desnuda. Mirando hacia arriba. Contemplando un cielo imaginario en el que las nubes se parecen a nosotros buscándoles formas a las nubes.
Retiro al fin mis manos de mis mejillas, pero aún sigo llorando. Es imposible dejar de llorar si tan imposible me resulta dejar de pensar en ti. Me tumbo de lado y me encojo. No quiero vivir más. Sin ti. Pero necesito vivir más si quiero echarte de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario