lunes, 9 de febrero de 2015

Ningún mes llega a treintaidós porque ya sería demasiado


Con amar a
una sola persona, leer
dos libros a la semana, tener
tres personalidades distintas, dormir
cuatro horas por noche, llorar
cinco veces al día, concederse por las buenas
seis jornadas más de vida, no salir de casa en toda
una semana, tener pensadas
ocho formas distintas de suicidarse, tener
nueve pensamientos distintos a la vez, contar con
diez euros en la hucha, escribir
once poemas de mierda para borrarlos a los pocos minutos, tragarse las
doce uvas de golpe año tras año, querer creer que el número
trece da suerte, que te confundan con una cría de
catorce años, querer volver en el tiempo
quince años atrás, encontrar solo margaritas de
dieciséis pétalos, estar callada durante
diecisiete horas al día, maldecir
la mayoría de edad, mirarse al espejo
diecinueve veces al día, pensar en ti cada
veinte minutos, tener sueño
veintiuna horas al día, sentir dolor de cabeza
veintidós horas al día, masturbarme
veintitrés veces por semana, estar triste las
veinticuatro horas del día, soñar con tener
veinticinco, rememorar
veintiséis diarios diferentes, pasar frío a
veintisiete grados Celsius, creer sufrir
veintiocho fobias distintas, no tener nada para el
veintinueve, escribir en mi diario cada
treinta minutos y vivir en un caos total los
treinta y un días del mes
creo que ya es suficiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario