domingo, 23 de febrero de 2014

Al igual que un simple «sí», un «no» puede darte muchísima información. Esta pequeña negación puede hacerte llorar largo y tendido, puede sacarte de tus más profundas dudas y puede aliviarte ese terrible dolor que te consume desde hace tiempo. Un «no» puede decírtelo todo y puede dejarte como al principio. Puede no ser relevante y puede tener una repercusión inmensa. Un «no» puede ser tu salvación y tu perdición; un camino o un atajo de ese mismo camino; una vía de entrada o una vía de escape; un verdadero «no» o un escondido y tímido «sí».

Uno no siempre consigue lo que quiere; pero el intento ya es de por sí un buen provecho, algo muy positivo, algo que te ayuda a mejorar, a crecer. Si no lo intentas, solo consigues un triste «no»; pero si sí lo haces, si sí lo intentas, tienes alguna posibilidad de llegar al «sí». Por intentarlo no pierdes nada...

No, pero casi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario