Al igual que un simple «sí», un
«no» puede darte muchísima información. Esta pequeña negación puede hacerte
llorar largo y tendido, puede sacarte de tus más profundas dudas y puede
aliviarte ese terrible dolor que te consume desde hace tiempo. Un «no» puede
decírtelo todo y puede dejarte como al principio. Puede no ser relevante y
puede tener una repercusión inmensa. Un «no» puede ser tu salvación y tu
perdición; un camino o un atajo de ese mismo camino; una vía de entrada o una
vía de escape; un verdadero «no» o un escondido y tímido «sí».
Uno no siempre consigue lo que
quiere; pero el intento ya es de por sí un buen provecho, algo muy positivo,
algo que te ayuda a mejorar, a crecer. Si no lo intentas, solo consigues un
triste «no»; pero si sí lo haces, si sí lo intentas, tienes alguna posibilidad
de llegar al «sí». Por intentarlo no pierdes nada...
No, pero casi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario