Era una perrita de unos dos meses de vida. Me la trajeron a casa, pero iba a estar sólo de paso. La pobre no sabía ni dónde estaba, ni qué hacer. Era la primera vez que veía un sofá (al que no podía subir), la primera vez que veía un ventilador (que le soplaba con fuerza), la primera vez que veía un balcón cerrado (por el que no podíaa la primera vez que la alejaban de su madre, del ser que más la amaba y al que más quería. Sus primeros pasos, su primer plato roto, su primer juguete... La pobre estaba perdida. Se sentía sola aun incluso cuando estaba conmigo y yo la cuidaba.
Supongo que ahora sé con certeza lo que sentía. Ahora que no sé ni dónde estoy, ni qué hacer. Ahora que me han alejado de ti.
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