A veces sólo quiero cerrar los ojos para no ver nada, pero siempre los
termino abriendo porque siento curiosidad por saber todo lo que me estoy
perdiendo. A veces, cuando abro los ojos y veo lo que me he perdido,
sólo quiero llorar y castigarme por haber cerrado los ojos; pero siempre
me termino perdonando porque me convenzo a mí misma de que me lo iba a
perder igual aun con los ojos abiertos. A veces, cuando me perdono, sólo
quiero hacer las cosas bien para no tener que volver a perdonarme; pero
siempre termino relajándome y cerrando los ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario