Silencio
Mucho silencio. Un silencio roto tan solo por la dulce melodía de una caja de música. Una melodía triste y melancólica que le hacía pensar en épocas aparentemente felices. Una felicidad que, tal como vino, se fue. Su partida. La partida hacia un lugar lejos de ella. Y ella sola, llorando sobre su anaranjado sofá y en completo silencio. Un silencio frío y penetrante que se le clavaba en el corazón como un afilado cuchillo. Un cuchillo capaz de dañar hasta las superficies intangibles, los sentimientos. Unos sentimientos tristes y melancólicos como la canción que sonaba dentro de la caja. Una caja ruidosa que guardaba su desgraciado silencio.
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