lunes, 9 de enero de 2012

Estabilidad



Un equilibrio perfecto en el tiempo y sin altibajos que alteren el transcurso de los días. Solidez en las valoraciones. Consistencia en las acciones.

¿Hoy? Te quiero. ¿Mañana? Tal vez te odie; no sé, aún no lo tengo pensado. ¿Qué más da? Pero, sea lo que sea, que sea una metódica y sincera selección. Y ya sabes, permanencia en tu elección. Nada de cambiar de opinión en el día de mañana solo porque hoy te has dado cuenta de que el ayer no fue como esperabas. Tan solo sigue la línea recta del tiempo y no tuerzas ni a diestra ni a siniestra. Continúa caminando y, si quieres, nos cruzaremos al final del camino, cuando hayas decidido con seguridad si deseas permanecer en un sitio o, por el contrario, mudar asiduamente.

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