Bailemos hasta las tantas, hasta altas horas de la noche. Dejémonos llevar por el son del compás, por el ritmo de la música. Bailemos juntos, pegados; bailemos suavemente una canción que nos guste a los dos. Bailemos delante de la gente sin que nos importen sus palabras, sus miradas. Bailemos sólo para pasarlo bien, para divertirnos.
Y a su vez, alcemos nuestras copas y brindemos. Por esta noche, nuestra noche.
Olvidemos todo, hagamos como que no hay nadie alrededor. Olvidemos nuestros problemas, nuestras diferencias. Hagamos como que somos amigos, como que nos queremos...
Sólo bailemos, libemos y olvidemos.
Y después, volvamos a casa; pero volvamos felices, con una sonrisa en los labios. Volvamos con la alegría de haber pasado una maravillosa velada con alguien especial, con la persona a la que hemos fingido amar y nos ha sabido corresponder. Volvamos con la esperanza de no olvidarnos nunca más y despidámonos para siempre de ese alguien que nunca nos hirió por la falta de tiempo.
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