Como si no tuvieras nada que perder,
como si supieras qué va a pasar; como si todo fuera a salir bien, tal y como
esperas... Me miras con ojos de enamorado; ojos claros, serenos, fijos y
brillantes; muy brillantes; alegres. Mueves tus dulces y carnosos labios con
suavidad y deshaces tu jubilosa sonrisa para decir, con tono firme a la par que
ilusionado, al igual que si supieras la afirmativa respuesta que tan ansioso
esperas:
- ¿Te acuerdas?
- No.
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