miércoles, 15 de abril de 2015

Escriverte es lo único que quiero

Tú no lo sabes, pero cuando te escribo directamente a ti te veo leyéndome. 
 
Y no lo sabes precisamente porque nunca te escribo directamente a ti, sino a un tú que me he inventado yo.
 
A veces incluso me invento que te escribo porque no me apetece escribirte para no escribirte realmente. 
 
Y en realidad me paso el día escribiéndote porque sé que nunca más me atreveré a hablarte. 
 
Tú no lo vas a saber, pero siempre que invento que te escribo directamente a ti lo primero que hago es intentar escribirte un poema. 
 
Me pongo a contar con los dedos de las manos las sílabas que hay en cada verso y busco en el diccionario palabras que sean sinónimas para hacer que algunos versos rimen entre ellos. 
 
Después de intentarlo veinte mil veces, desisto y me pongo a escribir en mala prosa. 
 
Y me acuerdo entonces de que ni siquiera sé escribir.

Pero te escribo

como puedo

sin comas

sin puntos

sin preguntas

sin sobresaltos

en cursiva

despacito y

con mala letra

tosiendo

llorando

temblando

nomepasanadeando

con palabras que no existen

en la cama

en el suelo

en el aire

y le rezo

de rodillas

a mi ateísmo

por acabar ya

por favor

de enamorarme de ti

No hay comentarios:

Publicar un comentario